30 oct 2012

Sir Garrick de Winterbourne Stoke



En las verdes praderas del señorío de Winterbourne Stoke en las fronteras de Salisbury, nació el heredero del gran Sir Gard, el honorable señor que cayó en la gloriosa batalla de XXX y cuyo hijo, Garrick Wolfar estaría destinado a ver tiempos difíciles para Britania. 

Nombrado escudero de Sir Thomas Jail, sirvió a su señor durante años hasta que el buen Conde Roderick decidió que había llegado el momento de ser armado caballero para defender las tierras de Salisbury y obedecer las órdenes de Lord Uther Pendragón, gran rey de Britania. 

Durante su instrucción, el joven Garrick entrenó duramente las artes del caballero, pues la muerte de su padre en XXX, le nombraba directamente señor de sus tierras, pero aún no estaba preparado para gobernar como un auténtico caballero, pues casi no era capaz de ganar un combate con espada y mucho menos aún ser miembro de la caballería del reino, lanza en ristre, por lo que su madre y viuda de Sir Gard, Lady Arabeth, administraba el señorío hasta que su primogénito estuviera listo para gobernar aquellas tierras como su padre antes que él. 

Los años que sirvió junto a Sir Thomas le brindaron la oportunidad de ver y sufrir en sus propias carnes cuán cruel podía llegar a ser el mundo en el que le había tocado vivir, siendo testigo de múltiples batallas, de donde observó y aprendió el arte de liderar aquellas guerras, teniendo que sacar a su señor del campo de batalla en más de una ocasión, víctima de las heridas de sus enemigos, sajones en su mayoría, pues éstos se habían convertido en una plaga en toda la costa de Britania. 

En uno de esos viajes durante tanto tiempo a las cortes que se celebraban, y la asistencia de Sir Thomas a Sarum con asiduidad para servir al Conde Roderick, Garrick contempló por vez primera la que sería su auténtico amor desde entonces, a sabiendas que una noble y hermosa dama como Lady Adwen, casada para más inri no iba a fijarse en un simple aprendiz de caballero que ni siquiera monta en corcel. 

Los años pasaron y el Conde Roderick decidió que había llegado el momento de nombrar a Garrick caballero, pues Sir Thomas había colgado su armadura y liberado a su corcel, y nada podía enseñarle al joven escudero que no hubiera aprendido ya. Había sangrado y hecho sangrar, había llorado la pérdida de amigos y camaradas y había hecho llorar a los amigos de sus enemigos, había servido con honor y justicia a su señor y por último a su rey. Había llegado la hora de ser armado caballero. 

Cuando el día llegó, el joven muchacho de no más de veintiuna primaveras, salió decidido al encuentro de su señor Roderick, con su corto cabello de color oro viejo al descubierto y sus penetrante ojos azules clavados en su destino, Sarum. 

En una ceremonia sin gran pomposidad, Sir Garrick Wolfar de Winterbourne Stoke fue hecho caballero junto a otro escudero, el ahora Sir Langly de Dunford, y ese mismo día juró proteger Britania de todos aquellos enemigos que osaran enfrentarse al Alto Rey Uther Pendragón y sus caballeros, entre los que se encontraban Sir Garrick y Sir Langley, junto a los que pronto serían sus camaradas de armas, el Gran Oso de Salisbury y el Caballero de la Lanza. 

Muchas y difíciles aventuras se presentaban así a los jóvenes caballeros…

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